sábado, 27 de julio de 2013

Enemigas


Recientemente he escuchado decir que las mujeres, sin ánimo de generalizar, somos diferentes a los hombres en nuestra psicología y, más exactamente, en la manera de proyectar y percibir las situaciones que nos acontecen o están por acontecer. Dicen, que he oído, que los hombres tienen una manera simple, unívoca y lineal de abstraer y desarrollar dichas circunstancias, hechos, causas y resultados, científicos de prueba y error. En cambio, nosotras, pues me incluyo, tenemos un modo múltiple de hacerlo, y nos planteamos mil y una posibilidades, y nos anticipamos en todo lo que nuestros sentidos nos permiten imaginar, filósofas naturales, hipotéticas en esencia.
Se puede pensar que es debido a la naturaleza femenina protectora que hay en nuestra herencia genética, que nos hace plantearnos todos los casos posibles que pongan en peligro a nuestros relativos. Por otro lado, puede ser la cultura, inmersos en ella, las mujeres tenemos un papel que pesa como una losa dentro de nuestra mente: tengo que encontrar al amor de mi vida; tengo que evitar quedarme embarazada; tengo que cuidar de él; cuando llegue el momento tengo que darle hijos; tengo que tener un buen trabajo; tengo que conservar el trabajo, pese a la baja maternal; tengo que estar hermosa, tanto como pueda; tengo que ser una amante excelsa; tengo que ser competente en todo hasta mi último aliento.
La tormenta se sobreviene dentro de nuestras cabezas, nos nublan la vista y el olfato con el intenso olor a tierra mojada, de pensamientos pasados que vuelven a preocuparnos una y otra vez, obsesiones y metas. Mujeres que se exigen al máximo, retratadas por Marcela Serrano, mujeres que velan a su marido y que desean agradarlo en todos los ámbitos, hasta verse invisibles, porque se han asfixiado.
Lucha por la aceptación, ya denotada por la Regenta, Madame Bovary o Anna Karénina, en un tiempo en que la mujer soñaba al margen de la presión social  hipócrita, mediocre y estulta que la circundaba, en una sociedad que rechazaba la cultura y la inteligencia, como la nuestra, in crescendo, después de haber recibido un duro golpe, mujeres que quedan fuera del nuevo orden social, marginadas, esas mujeres solteras, esas mujeres homosexuales, esas mujeres que quieren ser madres, que no pueden y que no son auxiliadas por el progreso, se les niega la aceptación social, que se les negó a Ana, Emma y Anna ¿acaso no son competentes? ¿Qué más tenemos que demostrar?

lunes, 1 de julio de 2013

La espera


Minutos que no avanzan,
ansiedad en la mano,
el pecho palpita.

Espera al encuentro,
en un beso, deseada caricia.

Relatos se agolpan, imágenes
y sueños y recuerdos
de lo vivido,
de lo no vivido.

Llega el momento,
nuestros cuerpos se unen,
somos uno
como lo fuimos en la distancia.



Orgullo gay


EE.UU. ha declarado la igualdad de los matrimonios gais. El Supremo respalda la igualdad de los matrimonios entre homosexuales, concibiendo inconstitucional la ley que limita el matrimonio a la unión entre una mujer y un hombre. Obama felicitó a esas parejas que tanto han luchado para ser iguales ante la ley y para que sus hijos sean considerados legítimos, familias que se merecen el mismo respeto y protección que cualquier otra, amparadas por los derechos universales del hombre, de igualdad, al margen de su condición, del ámbito que sea.
Un sabio lingüista me dijo una vez que la lengua la construían los hablantes en base al uso que daban de ella. De esta manera, igual que se abre paso a través del césped con un marcado sendero que se crea tras numerosas pisadas, abandonando el camino asfaltado y señalizado, muy altamente recomendado, así, de esa manera, damos forma a nuestra lengua que es cultura, que es parte y reflejo de nosotros, nuestras elecciones y libertad, libertad de uso, libertad de pensamiento, el cual debería permanecer abierto, enriquecido con la realidad y consenso de la sociedad. Así, la palabra matrimonio, pese a los que les pese, ya se utiliza para referirse a la unión entre personas, al margen del sexo, una unión legítima y constitucional.
Este fin de semana tendré el placer de asistir a parte del festejo del Orgullo Gay en Madrid, apoyar su causa en lucha por la completa igualdad en derechos ante la ley y la sociedad.