jueves, 21 de noviembre de 2013

No al silencio


En esta profesión cada vez vale menos la pena quedarse callado”. Jordi Évole. . . .y en todos los demás momentos y ocasiones que nos regala la vida.
Estas son las palabras que pronunció Jordi Évole al recibir el premio Ondas, ayer por la noche. El profesional periodista declaraba el alto valor de la palabra tanto en su trabajo, como en el resto de ámbitos de la vida... cuando como dijo el poeta Blas de Otero "solo nos queda la palabra". Sin embargo, en contraposición a esta arenga nos encontramos con instituciones y presonalidades que intentan censurar nuestra participación, que intentan ahogar nuestra voz y fuerza. Así, por ejemplo, el gobierno cree necesaria una reforma de la ley de huelga, le llaman de regulación de servicios mínimos,  que logrará ensordecer el efecto de un derecho constitucional. Asimismo, hallamos numerosos casos en los que se opta por ignorar la voz del ciudadano, destacando de una manera sobresaliente al ministro de Educación, que tras numerosas protestas del sector educativo, no se plantea la dimisión, y eso "que era tan humilde" el ínclito personajillo. También encontramos este acto de voluntario autismo ante "la palabra del pueblo", en las atroces consecuencias del franquismo, cuyas víctimas son tratadas con desprecio a pesar de que solo reclaman respeto y rehabilitación para sus muertos que, sin duda, son nuestros muertos, son todos los muertos, todas las víctimas de la vesania del odio y el rencor.
Por último, como si de una mafia se tratara, hallamos verdaderos ajustes de cuentas, mientras presuntos ladrones y corruptos se mantienen en el poder, ya sea a la sombra o a plena luz sinvergüenza, veamos a Camps y sus conmilitones de las Cortes valencianas, hay gente honrada que opta por no callar, por investigar, y son literalmente eliminadas, como pudiera ser el caso el reciente cese de una inspectora de Hacienda o la constante persecución del juez Garzón. No obstante, tenemos el derecho de hablar y si insistimos nos oirán, si nos unimos en solidaridad lograremos acallarlos.

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