martes, 24 de septiembre de 2013

Ana, literata frustrada

Ana es autora, creadora de ficción y poesía. Cuando leemos el capítulo IV y V vemos cómo se castra el deseo de Ana de crear. Entendiendo la literatura como formación del deseo y compensación de las frustraciones internas; ciertamente, la Regenta desea sublimar, superar esos recuerdos reprimidos, deseos frustrados que a su vez le sirven como desencadenante de una materia narrativa. Dicha fantasía le permite el cumplimiento de todo lo que se le privó cuando era niña. A través de la literatura, Ana busca una aceptación, pues da forma a su personalidad, que ha sido reprimida. Los prejuicios de la ciudad provinciana y de una sociedad que no valora a una mujer que escribe también la disuaden de esa afición vana. Vetusta hace que Ana se avergüence y caiga en ridículo, enajenándola aún más de sus deseos más hondos, de la realización a la que aspira como mujer. Por último y no menos destacable, Vegallana opina que no le gustaría que su mujer tuviera más talento que él, con lo que dicha afición poética no sería apreciada por ningún hombre, hecho que le impediría dejar de ser una carga para sus tías.
Por lo tanto, esta aspiración y vía de liberación de Ana queda cortada al ponerse en conocimiento del gran mundo vetustense.
Nekane García Guinea. Torre del Mar 2013.

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