viernes, 3 de mayo de 2013

Calgary


Casas de madera remachadas, repintadas, abultadas, ventanas extensas, calles amplias, coches mayúsculos, rascacielos infinitos, restaurantes excesivos en todo, diversidad explosiva, contagiosa, solemnes comercios, moles urbanas, entorno gélido, personas del mundo, cercanas, distantes, ajenas al frío, de rutina imperturbable... En Calgary todo sigue, continúa, de manera fluida, trabajo que desborda, con traje de cambio, mucho cuidado, mente y cuerpo, bolsa para el gimnasio, maletín o bolso de moda sin fondo, coche propio, con parking propio, formación impecable, propia, privada. Preparados con su aparato en la mano, avanzan, muy civilizados, muy orgullosos, ocio de pago, beben cerveza importada, cóctel de cata, en la terraza, por supuesto, siempre que se pueda, cuando el termómetro no se congele, mayestáticos escuchan los últimos éxitos, los ritmos electrónicos más alternativos, clásicos que habitan sus cabezas, no se mueven solo hablan y gesticulan, porque ellos están bien y todo es genial, extraordinario, fine, thanks and you? AWESOME!

1 comentario:

  1. ¡Jajaja! Me ha encantado el ritmo frenético que consigues con un final muy propio de las relaciones altamente polite de los "muy civilizados".

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