domingo, 2 de junio de 2013

No hay fronteras.


A Terry Fox.


Esta semana conocí la historia de este joven, Terry Fox. Terry murió un mes antes de cumplir los 23 años debido a un cáncer de pulmón. La enfermedad se reprodujo incluso después de habérsele amputado la pierna derecha por un anterior cáncer de rodilla. A pesar de las grandes limitaciones y sufrimiento que dicha amputación le produjo, no quiso dejar de vivir y retarse. Se propuso recorrer la vasta anchura de Canadá y soñó con la recaudación de al menos un dolar por canadiense. Después de iniciar tal valerosa hazaña, de haber recorrido la distancia de una maratón durante 143 días, tuvo que retirarse y pidió que se terminara en su lugar. El Maratón de la Esperanza, que así se llamó dicha carrera, se ha convertido en una leyenda y un hecho, pues aún hoy se realiza en diferentes partes del mundo y recauda dinero para la investigación del cáncer.
Este joven, apenas dos años menor que yo, se propuso que mientras viviese, se probaría a sí mismo que era merecedor de vivir. He ahí, la fortaleza del ser humano, que puede verse anulada solo y únicamente por él mismo. Vivimos una vez con una posibilidad de desarrollarnos, de luchar por aquello que queremos y soñamos, y no nos podemos rendir, no debemos decir que nuestra situación es injusta, que tenemos mala suerte, que no somos capaces. Debemos coger la vida y exprimirla, las dificultades no nos pueden paralizar, son una oportunidad de superación única, de alcanzar fronteras que creíamos inamovibles, de alcanzar cimas que creíamos imposibles, de vivir.
Asimismo, no deberíamos olvidarnos de que no viajamos solos, tal y como Terry declaró, él no era el único que sufría dichas limitaciones, no estaba solo, y luchó por todas aquellas personas que sufrían y por un futuro mejor para las venideras. He aquí un valor que hoy se presenta prácticamente en desuso, la solidaridad humana, el sentido de comunidad, de sociedad. Despertemos y rompamos la burbuja que no nos deja ver la riqueza de la vida, del mundo y de las personas que nos rodean.
A Terry, que amaba este mundo, que amaba la vida.
"No estoy preparado para dejar este mundo".

2 comentarios:

  1. ¡Precioso escrito! Nunca está de más que nos recuerden la suerte que tenemos (todo depende de la interpretación que haga nuestro cerebro), que no estamos solos (solidaridad humana por encima de cualquier creencia religiosa y salvaciones divinas) y, lo más importante, que ¡¡¡QUERER ES PODER!!!

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  2. Genial. ¡Estás empezando a dar en el clavo. ¡Cómo pares me enfadaré!. además de bien escrito emocionante. ANTONIO

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